Museo de Vehiculos Históricos - Su Historia

Museo de Vehiculos Históricos - Su Historia

Historia de este museo en Guadalest de Vehiculos históricos.

• Antes de nada os vamos a hablar de Ricardo. Nacido en Benifato, un pueblecito de la provincia de Alicante, en el Valle de Guadalest. Desde niño pasaba horas y horas en la herrería que había frente a su casa, mirando como se arreglaban las bicicletas, motocicletas, radios, relojes, como se soldaban las piezas rotas, como se reparaban escopetas de caza,... Aquí empezó su afición por el mundo de los talleres y de las máquinas. 
• Ricardo, a los trece años ya hacía sus pinitos conduciendo una vespa que tenía su padre, corrían los años 60. Desde siempre soñaba con tener una moto, pero las condiciones económicas de la familia impedían que esto se convirtiera en una realidad. La primera moto llegó a los 19 años y era compartida con su hermano.
• Pasaron los años, se casó y fundó con su hermano el Restaurante el Riu. Con los primeros beneficios que obtuvo se compró una Montesa Enduro 360 H6 para poder disfrutar de los numerosos caminos forestales existentes en esta zona montañosa.
• Poco a poco empiezó a interesarse por el mundo de las motocicletas clásicas y compró una Guzzi 65, proponiéndose el reto de restaurarla. Esta moto era muy conocida entre los aficionados españoles y suele ser una de las primeras que restauran los aficionados o coleccionistas.
• Su afición fue en aumento y comenzó, en cuanto disponía de alguna hora libre, a buscar motocicletas españolas por la zona de Levante. Solía buscar en desguazes y pequeños talleres donde se encontraban motocicletas olvidadas en algún rincón. Así empezó a ser conocido por la zona, llegando incluso a que mucha gente fuera a ofrecerle sus motos que ya no utilizaban y estaban abandonadas en su propia casa.
• Empezó así a viajar por toda España y a asistir a ferias especializadas en el mundo del motor. La primera a la que asistió fue en Sils (Girona) a la que le siguieron Barcelona, Madrid, Valencia, Alcañiz, Murcia, etc. 
• Por sus obligaciones en los negocios familiares se veía obligado a viajar por la noche recorriendo muchos kilómetros en un solo día. Y así, su colección fue en aumento solo gracias a su tesón y esfuerzo pues si no es por verdadera afición no hubiera sido posible. 
• Cuando adquiría una motocicleta, nada mas llegar a casa, lo primero que hacia era limpiarla con cepillo y gasolina y ver las piezas que le faltaban, pues siempre intenta que queden totalmente originales, y así poderlas llevar a restaurar a amigos y mecánicos jubilados que compartían también su ilusión. 
• En la actualidad la colección de Ricardo esta formada por unas 110 motocicletas y varios coches. Pero una cosa está clara, y es que su obra que no hubiera sido posible si el apoyo de su mujer, sus 2 hijos y de su hermano y familia, a los que estará eternamente agradecido.